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Quién fue el Doctor Hamer y qué descubrió

El doctor Hamer fue un médico radiólogo alemán, el médico más importante de los últimos siglos.

Hamer descubrió en los TAC de los enfermos unos círculos concéntricos, como una diana.

Fácilmente descartó que fueran un defecto del aparato, porque esos círculos aparecían exactamente en el mismo lugar aunque se colocara el enfermo en diversas posiciones; y los ingenieros de las empresas fabricantes de los aparatos lo corroboraron.

Cada tipo de enfermedad produce esos círculos en la misma posición. Es decir, con sólo mirar el TAC se sabe qué enfermedad padece el enfermo. No se sabe cómo se producen esos círculos.

Interrogando a pacientes con la misma enfermedad (y con los círculos en el TAC en la misma posición) descubrió que todos habían tenido el mismo tipo de shock emocional.

Es decir, los descubrimientos de Hamer nos proporcionan:

No todas las enfermedades tienen un origen emocional, pero sí lo suelen tener las más graves y comunes.

Además de lo anterior vio que las enfermedades son sólo un desequilibrio provocado por un shock, y por tanto desaparecen por sí solas cuando la persona vuelve al equilibrio, un tiempo después de que la persona supere ese shock.

Vio que las enfermedades son como cuando tenemos un susto, que tenemos taquicardia hasta que nos recuperamos. Nadie va al cardiólogo por haber tenido taquicardia en esos casos porque entiende lo ocurrido. El doctor Hamer nos ayuda a entender lo ocurrido cuando tenemos otros síntomas, que son igualmente resultado de un susto pero mucho más intenso y duradero.

Esto anterior es sólo el enunciado simple de sus descubrimientos. En sus libros explica el detalle de cada enfermedad.

Parece que los aparatos de TAC más modernos eliminan esas formas.

Estuvo un tiempo en prisión y murió refugiado fuera de la Unión Europea, por lo que sólo pronunciar su nombre puede provocar dificultades.


Benditas monjas que sufren persecución en España (junio 2024) por seguir a Dios.

En España se puede comprar agua de mar en casi cualquier dietética (por ejemplo, esta), en farmacias (más cara), y en algunos supermercados como éste.

O en esta panadería ecológica que hace el pan con agua de mar y también la vende.

Rezar el Rosario (mejor en latín) es el último y único recurso que nos queda.
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