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El sentido de la vista (psicología)

Los sentidos los tenemos para percibir el mundo exterior, para recibir informaciones de cómo es o está ("el semáforo está colorado").

El más potente, el que más información nos da en menos tiempo, es la vista. Ver palabras, leer, es lo que más información nos da cuando miramos.

Por ello es el que más necesitamos en nuestra vida ajetreada: levantarnos, ir a estudiar o trabajar, estudiar, trabajar,... porque "en un abrir y cerrar de ojos" nos da muchísima información.

Esta potencia tiene un precio (obviamente)

Es el sentido que más energía nos gasta (por eso hay gente muy débil incapaz de leer: es que no tienen energía; y por eso es el primero que perdemos al ir muriéndonos).

En parte por eso son tan relajantes los paseos por el campo o por el mar, porque no podemos leer nada. Por las calles vamos leyendo semáforos, lindes estrictos de las aceras, carriles de coches, anuncios, letreros,...

Esta potencia tiene un riesgo (obviamente: "a grandes velocidades, grandes desgracias", refrán marinero).

Absorbe más la atención que los demás sentidos: decimos "por un oído me entra y por otro me sale", pero no hay frase análoga para la vista.

Por eso los religiosos van con los ojos bajos, para no ser "absorbidos", robada la atención por cosas que les rodean que no les interesan o convienen. O los de clausura, que no salen de su convento.
Por eso se usa en preferencia a los otros sentidos para hipnotizar.
Por eso debemos cerrar los ojos para descansar, dormir, o concentrarnos en algo.

El riesgo es que no sepamos hacer "guarda del corazón" y lo que veamos nos vaya robando la atención, que es el objetivo de la publicidad, robarnos la atención para luego "comernos el coco" con lo que sea. Lo peor es ir a un centro comercial sin un plan de compra, divagando, rebotando, de un estímulo a otro: "mira esto", "mira aquello",... o "enchufarse" al yutuve o la televisión "a ver qué ponen".

No nos damos cuenta que hay profesionales muy bien cualificados cuyo trabajo es robarnos la atención y luego convencernos de lo que sea. Completamente erróneo creer que podemos exponernos a sus influjos y salir indemnes. Ídem en las películas, tv, radio o todo el internet.

Y no sólo nos venden jabón, sino modelos de conducta a imitar, cosas sobre qué pensar (y otras sobre las que callan para que no pensemos en ellas, etc. (Ver artículo Cómo nos roban las hijas).

Imposible mejorar nuestra situación si no hacemos abstinencia de ver cosas. Con la vista... "se nos van los ojos tras...", lo cual no ocurre con los otros sentidos, son más fáciles de controlar.




Benditos médicos del seguro (en España) que recetan esto.

En España se puede comprar agua de mar en casi cualquier dietética (por ejemplo, esta), en farmacias (más cara), y en algunos supermercados como éste.

O en esta panadería ecológica que hace el pan con agua de mar y también la vende.

Rezar el Rosario (mejor en latín) es el último y único recurso que nos queda.
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