Un científico tiene una manzana en la mano. Ve que si aparta la mano, la manzana se cae.
Pureba con una piedra y ve que se cae igualmente, prueba con una madera y lo mismo,...
Prueba con un montón de materiales diferentes y ve que siempre caen.
En base a esos experimentos, generaliza y dice: “La Tierra atrae a TODOS los materiales”. (Eso es una teoría: algo que un científico afirma en base a unas observaciones).
Él no ha probado con “todos”, porque es imposible, no puede dejar caer todas las piedras de la Tierra. Él sólo ha hecho un número de experimentos que él cree suficientes.
La ciencia (excepto las matemáticas, que por eso se llaman “ciencias exactas”) nunca dice que “tal teoría es cierta”, porque es imposible demostrarlo. Sólo dice “en base a los experimentos que hemos hecho, y en base a nuestros conocimientos, esta teoría es cierta”.
Pero mañana puede aparecer:
Un experimento con una piedra que no habían probado y que no se cae.
Alguien que sepa más y tenga en cuenta algo que a los anteriores ni se les había ocurrido que pudiera tener influencia significativa.
(Ver explicación más adelante).
Campo de batalla entre la verdad y la mentira sin un vencedor claro, seguro.
Excepto en las matemáticas, donde la verdad se demuestra de manera segura e irrefutable, en el resto de ciencias no es así, porque son ciencias "experimentales", es decir, que descubren más o menos verdad dependiendo de la cantidad de esfuerzo, conocimiento y voluntad que se ponga en los experimentos. Es decir, (y es evidente), que no podemos conformarnos con 20 estudios que afirmen que comer atún es bueno para la calvicie, porque hemos de conocer además quien ha financiado esos estudios, con cuantos calvos han probado, durante cuanto tiempo, etc. Ejemplo de lo anterior es la poca fiabilidad de los estudios médicos, como denuncia el Dr. Gérvas.
Las ciencias que tratan con seres vivos (agricultura, medicina, veterinaria, psicología, sociología,...) es más difícil que elaboren teorías verdaderas porque las cosas vivas son muchísimo más complicadas que las cosas muertas.
Teoría: “Comiendo tal cosa ácida hacemos más ácido nuestro cuerpo”. Pero resulta que el zumo de limón, bien ácido, todo el mundo acepta que hace lo contrario.
Resulta que las bacterias del suelo son capaces de hacer trasmutaciones de elementos químicos (a temperatura ambiente), cosa que nadie sabe cómo ocurre, pero que está muy comprobado que ocurre (como demostró Kervrán).
Hay gente que, inexplicablemente para la ciencia, vive sin comer, levita, es capaz de ver con los ojos tapados,...
Hay aparatos, que innegablemente funcionan, pero que la ciencia oficial no sabe cómo, como este aparato contra las humedades en los muros.
Véase también “las maravillas que es capaz de hacer el cuerpo”, no se sabe cómo. O las “no está claro cuándo morimos”. O cómo sobrevivieron, y sin daño cerebral aparente, los perros a los que Quinton (y otros investigadores más recientes), desangraron totalmente hasta abolir el reflejo pupilar; pues durante un cierto tiempo estuvieron sin sangre ni glóbulos rojos (que teóricamente son los que transmiten el oxígeno al cerebro).
Son más fiables las teorías que se refieren a cosas materiales que las que hablan de cosas inmateriales.
Cuando Hamer dice: “Siempre que hay una mancha en el TAC cerebral en tal sitio hay tal enfermedad”, es una teoría fácilmente comprobable si es cierta o no. Cuando dice: “Siempre que hay una mancha en el TAC cerebral en tal sitio hay tal choque emocional”, pues es más difícilmente comprobable. Él hizo unas correlaciones enfermedad / choque psíquico en base a entrevistas con sus pacientes. Pero en tanto que psicólogo, puede equivocarse y ver en el paciente algo que no está, como el paciente es capaz de engañarse y no ver dentro de sí algo que está o ver algo que no está. Es más difícil equivocarse o engañarse con cosas materiales.
Por la dificultad evidente, a la ciencia le cuesta mucho encontrar teorías que abarquen hechos muy separados en el tiempo. “Ud. tiene glaucoma porque ha comido mucha lechuga de pequeño” (teoría dificilísima de elaborar). Cuando aparecieron los teléfonos móviles (celulares), es evidente que no hacía 50 años que estaban comprobando que no fueran dañinos a largo plazo a la gente. Los sacaron al mercado en cuanto quisieron.
Otra dificultad que tiene la ciencia para elaborar teorías verdaderas es que es imposible observar algo sin alterarlo más o menos. (Cuánto les cuesta a los naturalistas que los animales se habitúen a su presencia, a sus cámaras, etc. No decimos lo mismo en privado que cuando una cámara nos está grabando). (Incluso las partículas materiales se alteran cuando las observamos -principio de Heisenberg).
El científico, al elaborar una teoría, nunca está seguro de no olvidarse de un factor importante. Además, para comprobar la validez de su teoría, quizá escoja involuntariamente ciertos experimentos que no se la van a rebatir y si hubiera escogido otros se la rebatirían, porque quizá estos últimos tuvieran más relevante el factor que olvidó.
Un ejemplo hipotético: un científico elabora una teoría, hipótesis: “a más leche, peores huesos”. Para comprobarla sigue la vida de 1.000 personas y ve que corrobora su teoría. Pero quizá este científico siguió la vida de 1.000 mujeres tratadas con quimioterapia. Si hubiera estudiado 1.000 personas sin ese tratamiento quizá no le hubieran corroborado su teoría.
Además del error al escoger la gente a estudiar, quizá (seguro) lo perjudicial para los huesos es el azúcar que la gente echa a la leche. Un factor que ha olvidado y que puede ser más relevante que el que escogió.
Como hemos visto antes, al hablar de cómo la ciencia elabora teorías, es mucho más fácil demostrar que algo es falso (basta con encontrar un experimento que no cumple la teoría), que demostrar que algo es verdadero. Esto último sólo las matemáticas pueden hacerlo. Por lo dicho al principio, el resto de ciencias sólo elaboran teorías más o menos ciertas, nunca 100% ciertas.
En cualquier campo, es mucho más fácil descubrir la mentira que encontrar la verdad (antes se pilla a un mentiroso que a un cojo).
La ciencia es incapaz de decir qué hay en un sitio (por ejemplo, en el aire de una habitación). Podría decir (con mucho esfuerzo) la composición en elementos químicos básicos (unos 100), pero es imposible encontrar las sustancias compuestas (que son innumerables). Esto es así porque no hay un “colador” por donde el científico haga pasar el aire y vea “lo que se queda en él”. El científico tiene que hacer un experimento diferente para cada tipo de elemento químico o sustancia compuesta que quiere detectar. Tarea sobrehumana. Además, podría decirlo de la muestra que ha tomado, pero no de todo el aire de la habitación.
Imposible decir: “esto está libre de contaminantes”. Sólo puede decirse: “esto está libre de esta lista de contaminantes que hemos analizado”. Como ejemplo, el Dr. Roger Hodkinson en su página web dice "it is philosophically impossible to prove that ‘something’ is not present." ("es filosóficamente imposible demostrar que algo no está presente").
Es más fácil demostrar que algo “es”. Es más difícil demostrar que algo “no es”. “Fulano ha robado”. Es humanamente factible, fácil, encontrar unos pocos hechos que lo demuestran. “Fulano no ha robado”. Imposible de demostrar si no tenemos pruebas de todos los instantes de su vida adulta.
“Los teléfonos móviles -celulares- son dañinos”. Sería posible demostrarlo. “Los móviles -celulares- no son dañinos”. Es imposible de demostrar, porque son innumerables las formas como podría ocurrir, y además, afectando a seres vivos, de los que conocemos mucho menos que de materiales muertos.
Las teorías que no pueden demostrarse ni refutarse: "Hoy llueve porque los marcianos han abierto el grifo", "aparece el arco-iris porque les gusta a los pájaros". Por muy bonitas que puedan ser, no son ciencia.
Los científicos no suelen caer en este error, pero nosotros a menudo sí: porque vemos que una cosa ocurre después de otra, creemos que la primera es causa de la siguiente. Esto puede ser verdad o no. Pero sobre todo, cuando tratamos con seres vivos, hay muchas posibilidades de equivocarse. Los científicos hacen muchos experimentos antes de afirmar nada, nosotros con sólo una experiencia a veces nos atrevemos a afirmar algo.
Por ejemplo: "Este abono ha ido bien a las plantas porque han crecido más que el año pasado" (quizá ha sido por otros motivos, como que ha llovido más). "Este remedio me ha ido bien" (quizá me he curado a pesar del remedio, y si no lo hubiera tomado me hubiera curado antes).
"Este remedio ha curado a fulano, seguro que a mí también me curará". Quizá nos olvidamos (o no conocemos) a muchos otros a los que "no fue bien" y perdieron el precioso tiempo o resultaron incluso dañados, o quizá lo fueron a más largo plazo y no lo observaron o relacionaron.
Con todas las dificultades anteriores que tiene la ciencia para encontrar la verdad, no quiere decir que no tengamos que buscar la teoría más cierta, que tengamos que aceptar teorías claramente falsas.
Busquemos la verdad (sólo ella nos hará libres, las mentiras nos esclavizan).
Vayamos con cuidado de no aceptar falsas teorías que amplifican las dificultades inevitables de la ciencia para cubrir sus fracasos, con frases como “cada caso es un mundo”, “todos somos diferentes”, “nadie es perfecto”,...
Y entendamos la parte de verdad y mentira que tienen frases como: “científicamente demostrado”, “libre de contaminantes”, “sin efectos secundarios”, “sirve de prevención”,...
(Hablando de lo que es y puede hacer una teoría física): "Y este es el grado de conocimiento del mundo que podemos esperar de las teorías físicas, el que podemos esperar utilizando los medios y capacidades de que el hombre dispone; que son la razón, la lógica, las matemáticas, la observación... No podemos decir, por tanto, que estamos descubriendo exactamente el mundo real, su funcionamiento, aunque es eso lo que pretendemos. Nunca podemos estar seguros de si realmente hemos llegado a la total descripción o no, incluso en aquellas partes de nuestro conocimiento que creemos más seguras. Porque nunca estamos del todo seguros de si nuestros personajes inventados, los conceptos físicos cuyas propiedades son las teorías físicas, se parecen exactamente a los objetos reales que queremos describir. Por eso ya muchos ni siquiera se hacen preguntas sobre la verdadera realidad. Les basta con saber hasta qué límites una teoría física describe la realidad que se percibe, hasta qué límites pueden utilizar una teoría física para predecir el comportamiento de la parte del mundo que pretenden conocer con ella." (Fuente)
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