Los que mandan actualmente en (¿casi?) todo el mundo son el ejército del mal. Hasta 1958 tenían un enemigo infinitamente más poderoso (el ejército del bien, la Iglesia). En 1958 consiguieron “dar el cambiazo” y, desde entonces, lo que parece como jerarquía eclesiástica realmente está a su servicio. (O años antes, con Benedicto XV). (Esta lucha inmemorial entre ambos ejércitos está muy sencillamente explicada en el libro “Tratado del E.S.”, del siglo XIX, con extractos aquí).
Es gente que no aparece en los medios (prensa, tv, ...) o sólo muy esporádicamente y por noticias que no tienen nada que ver con su verdadera actividad. Utilizan fundaciones, institutos, grupos, oficialmente dedicados a “acciones humanitarias”, “derechos humanos”, “estudios”, “por la paz”,...
Todos los políticos de todo el mundo son sólo títeres de los que mandan de verdad.
Los que mandan dirigen organizaciones secretas (Nota 1). Éstas dirigen las organizaciones más importantes (ONU y todos sus organismos, partidos, medios, grandes empresas,...). El resto de organismos y empresas se ven obligados legal, económica o socialmente a seguir las condiciones que van marcando los primeros.
En las grandes empresas o medios de masas sí que hay a alto nivel personas que vigilan o dirigen las líneas maestras (que saben lo que hacen), pero el personal de último nivel está perfectamente engañado de para quién trabaja, igual que el soldado en la guerra, o el masón aprendiz. En particular, a los periodistas a nivel de calle, es que ni se les ocurre salirse de lo “políticamente correcto” y de la línea de su medio. Y muchos intuyen o saben que, al tratar con sus jefes, la regla para no tener problemas o para triunfar es que hagan las cosas que les gustan a sus jefes “sin que ni siquiera el jefe se las tenga que pedir” (como dijo el juez Elpidio Silva explicando todo esto).
Como servidores del Diablo que son, su fin último es que cada uno de nosotros nos condenemos. (Como a “el partido” en la novela 1984, no aceptan ni un pensamiento verdadero ni en el momento de la muerte, para que así entremos con el peor pie en la otra vida). (Ver explicación con dibujos en este documento ).
Los que mandan parece claro que han pasado de imponernos un sistema capitalista (pronúnciese “economía social de mercado”), donde lo que impera es el dinero, a un sistema terrorista, donde lo que impera es el miedo, lo que mueve a la gente es el miedo. Donde la gente usa el miedo como ingrediente importante en todas sus decisiones.
Tal como presagiaba la novela 1984 de Orwell:
“El espionaje, las traiciones, las detenciones, las torturas, las ejecuciones y las desapariciones se producirán continuamente. Será un mundo de terror (...) Ése es el mundo que estamos preparando, Winston. Un mundo de victoria tras victoria, de triunfos sin fin, una presión constante sobre el nervio del poder.” (Ver más sobre la agenda en este otro artículo de profecías cumpliéndose).
Dado que los que mandan controlan en gran parte del mundo casi todos los sectores sociales (política, Vaticano, economía, medios de masas -tv, prensa, radio, películas, espectáculos), pues por todos ellos nos influyen.
Tanto por los medios más materiales: de represión: policía, ejército, grupos terroristas,... de debilitamiento: leyes sanitarias, empresas de “alimentación”,...
Hasta 1958 los anti-Dios han intentado eliminar la religión por la fuerza, matando a los creyentes. En la gran matanza de la Vendée en Francia a finales del siglo XVIII, en México con las guerras cristeras, en España en la guerra de 1936, etc.
Se dieron cuenta que ese método no funcionaba, porque la religión siempre rebrotaba. Solución: el engaño. Infiltrarse dentro de la Iglesia y cambiarla desde dentro, para que así la gente siga creyendo que reciben la verdad pero ir desviándoles hacia la mentira. Así la gente no se rebela, como el método de hervir una rana: si la echas en agua hirviendo se rebela y salta fuera, si la echas en agua fría y la vas calentando poco a poco, acaba hervida. Igual hacen con nosotros, nos van diciendo cada vez un poco más de mentira, para que nadie “por ese poco más de mentira”, se rebele.
Por estar dirigidos por el Diablo (“el Señor de la mentira”) usan el secreto, el engaño, la mentira. Esto se concreta en:
Distraer a la gente, ya sea con falsas alternativas, como con cotilleos en tv, informaciones de marcianos, etc. (que es también la principal herramienta de los espectáculos de magia: distraer la atención del espectador mientras ellos van "haciendo las trampas").
Exaltar las bondades de lo que proponen y el rechazo a lo que se les opone (la religión).
Destruyendo o no desarrollando las facultades mentales de la gente (o niños): lectura, raciocinio, voluntad,... proporcionando informaciones absurdas, contradictorias,...
Creando falsas reacciones, disidencias, oposiciones. Es decir, siempre “impulsan la acción y controlan la reacción, la disidencia”, tal como explicamos aquí. Es decir, siempre crean falsas disidencias.
(Ver también los ataques del Demonio en este otro artículo).
Los que mandan no controlan todo el mundo. Quizá haya continentes o países menos controlados. Hay sectores sociales menos controlados. Imponiendo un gobierno mundial (dirigido por ellos) quieren acabar con todo esto. Es por ello que las sociedades secretas (la masonería, en particular -ver Nota 2) tienen como objetivo la destrucción del estado y de la Iglesia (siempre que no estén ya en su poder, como la Rusia de Stalin o la falsa Iglesia actual). Tanto sirve la destrucción de los estados como vaciarlos de poder, de independencia. Con ello se aseguran que la gente, vote lo que vote, no sirva para cambiar nada, pues los que mandan son “los mercados” (gente anónima con dinero) u organizaciones de la ONU (que no son democráticas) y que deciden los sistemas educativos, la sanidad o la economía.
Para destruir los estados o vaciarlos de poder usan las privatizaciones (de empresas o servicios públicos) y la competencia económica internacional (para eso los “fondos europeos” financian carreteras, para facilitar la competencia). Con ésta también van acabando con las pequeñas y medianas empresas, pequeños y medianos agricultores. Su ideal es que, los pocos que trabajemos, lo hagamos para cuatro grandes empresas dirigidas por ellos (Nota 3) (como autónomos o como empleados con “contratos basura”).
Destruir los estados no significa que desaparezcan los impuestos, sino todo lo contrario.
Fijémonos que en Europa pagamos al menos un 40% de impuestos (Ud. cobra 100 por un trabajo que ha hecho, 25 se los quedan los que mandan, realmente Ud. recibe sólo 75. Con esos 75 Ud. va a comprar y cuando se los gasta, al vendedor sólo le da 60, otros 15 los paga de impuestos). Además en España se paga como impuesto cada año el 1% del valor de la vivienda. Eso simplemente quiere decir que en 100 años hemos tenido que volver a pagar la vivienda, que cada 100 años los que mandan se apropian de nuestra vivienda.
Por diferentes medios (despilfarro, corrupción, mercados,...) los estados cada vez “necesitan” más dinero, “necesitan” subir los impuestos o crear nuevos. Pero ese dinero no es utilizado libremente por el estado, sino que sirve sólo para pagar los intereses de la deuda y para pagar a las grandes empresas que ellos controlan (armamento, farmacéuticas, construcción, telecomunicaciones,...). Cierto es que también sirve para pagar las pensiones: cada vez más reducidas y difíciles de conseguir.
Su objetivo último es que nos condenemos, para ello quieren que nos olvidemos de Dios y del camino para llegar a Él: la religión. Que dejemos de tener fe. Nuestra fe es algo inmaterial, que no pueden cambiarnos directamente. Sólo pueden usar medios indirectos:
El principal: La mentira. Desde hace siglos, han ido infiltrándose paulatinamente en la jerarquía eclesiástica, han promovido falsas religiones, tergiversando la verdadera,... y desde 1958, en que colocaron a uno de los suyos como si fuera el papa, la verdad ya no llega ni desde la jerarquía. Las mentiras se ven en la (falsa) religión que quieren imponernos: la New Age.
Como ayuda para el principal usan la violencia en sus muy diversas formas. Con ello nos debilitan físicamente y nos quitan tiempo. Sin descanso ni energía es más difícil resistirnos a sus mentiras y desarrollar nuestra fe.
Su violencia va desde formas muy inmateriales: desde todas las mentiras que difunden sus medios, pasando por sus leyes opresoras que incrementan nuestras obligaciones, lo que nos cuesta cumplirlas o recortan nuestra libertad; hasta los medios físicos, oficiales o no, que sean necesarios.
Ejemplos de medios indirectos:
Destruyen toda autoridad (excepto la que ellos controlan: las leyes y el dinero).
Fomentan el individualismo: “Tú puedes”.
Fomentan el odio entre la gente: “Reclame”, “indígnese”,... facilitando las disputas: asesoramiento legal gratuito incluido con cualquier cosa que compramos, oficinas de reclamaciones, oficinas de los consumidores, 15M,...
Fomentan la desunión: “nadie tiene que decirte lo que tienes que hacer”, “tú eres dueña de tu cuerpo”, independentismos, competitividad (también en los espectáculos deportivos: fútbol),...
Inundan de fealdad (visual: con estatuas, monumentos, edificios horripilantes, destruyen los paisajes,...; sonora: ruidos, lo que llaman música; gustativa: “comida basura”, bebidas azucaradas; olfativa: aire de las ciudades, “ambientadores”; táctil: de las prendas sintéticas, objetos de plástico)
La novela “1984” de Orwell explica todo esto. Aqui tienen un comentario sobre la misma que muestra cómo el Demonio es quien inspira a “los que mandan” de la novela (“el Partido”).
Algunas de las cosas que aquí se afirman son resultado de experiencias personales del autor o informaciones de amistades que lo han vivido de primera mano.
Pero la idea general cualquiera que abra los ojos puede comprobarlo por sí mismo accediendo en internet a fuentes de información oficiales, no a sitios de personas desconocidas que no facilitan en qué se basan para decir lo que dicen, o que se basan en libros de autores que cuentan experiencias personales, creíbles o no pero no verificables por cualquiera.
Para identificar gente que pertenece a organizaciones secretas como la masonería hay incluso informaciones oficiales. Por ejemplo:
a) puede verse que la alcaldesa de Barcelona es masona pues la web mujeresmasonas.org reproduce una entrevista y otras informaciones suyas.
b) en wikipedia puede verse que el marido de la reina de Inglaterra -el Sr. Felipe de Edimburgo- es jefe de la masonería allí.
c) en una web rotaria, (no una web de rumores y hechos incomprobables), se informa de que el Sr. Bergoglio, cabeza de la secta Vaticana, es miembro honorífico de los Rotarios de Buenos Aires, organización condenada por la Iglesia. En esta otra web pueden ver el documento de agradecimiento suyo a su nombramiento y las condenas de la Iglesia a los rotarios, ya en 1928.
d) en este vídeo del acto de conmemoración del 300 aniversario de la fundación de la masonería, acto celebrado en una sala del parlamento de Cataluña, y presidido por su presidenta, la presidenta reconoce que muchos políticos en Cataluña (de diferentes partidos) pero también los artífices de la independencia en los países de América, fueron masones. Y muy influyentes tienen que seguir siendo para conseguir que se celebre ese acto y otro anterior en el 2001 que se cita en el vídeo. (En un momento dado la presidenta afirma que la masonería es antiautoritaria, pero antes había presentado a los 3 ponentes acompañantes como pertenecientes a diferentes “obediencias” (sic), y justamente, el funcionamiento de la masonería no es democrático sino completamente jerárquico como un ejército).
La Iglesia castiga con excomunión a los que entran a formar parte de la masonería (la excomunión es el peor castigo, la separación del cuerpo místico de Cristo). Es una condena “ipso-facto” (automática, en el mismo momento de firmar su adhesión, sin necesidad de condena formal) y sólo puede ser levantada la condena por el papa, no por el cura de la parroquia o el obispo. Evidentemente, todo esto los masones lo abrogaron cuando en 1958 colocaron a uno de los suyos a hacer de (falso) papa. (Todo esto está en el Código de Derecho Canónico de 1917, artículo 2335 y ss.: “Nomen dantes sectae massonicae aliisve eiusdem generis associationibus quae contra Ecclesiam vel legitimas civiles potestates machinantur, contrahunt ipso facto excommunicationem Sedi Apostolicae simpliciter reservatam.”)
La Iglesia condenó desde sus inicios (hace 300 años) la masonería por tener como fin la destrucción de los estados y de la Iglesia.
Por ello, recordando utilizar el “por sus frutos les conoceréis”, podemos identificar masones:
- cuando atacan a la Iglesia o a la doctrina
- por sus estrechas relaciones con falsas religiones (la reina de Inglaterra es cabeza de la secta anglicana), el Sr. Bergoglio (y Ratzinger) mantenían muy buenas relaciones con talmudistas (visitaban sus sinagogas, les permitían hacer ritos talmudistas en la catedral de Buenos Aires, etc.)
Hay mucha más información en sitios web oficiales sobre las relaciones de los masones con los judaicos (talmudistas), basta con querer verla. Hay un libro titulado Complot contra la Iglesia, de Maurice Pinay, donde explica, con abundante documentación, cómo algunos que se presentan como judíos son los que dirigen la masonería y el comunismo. El libro fue escrito antes del Concilio Vaticano II intentando impedir lo que finalmente Dios permitió que ocurriera. (Probablemente, los judíos talmudistas son utilizados, manipulados, por los que mandan, al igual que ellos hacen con los masones. Lo que es seguro es que en el vértice de mando está el Diablo, y que todos los demás son comprados por el precio más bajo que estén dispuestos a venderse. Ver este otro artículo sobre los judíos).
Pues lo que nos dijo la Virgen en Fátima: (y nos repiten otras varias apariciones avaladas por la Iglesia hablando sobre estos tiempos finales de apostasía generalizada y supresión del sacrificio perpetuo -misa) que hagamos penitencia: examen de conciencia, contrición -pues no hay curas con quien confesarse dada la situación como se explica aquí-, etc. Y que recemos el rosario.
Aquí se entienden como organizaciones secretas las que las encíclicas identifican, sea cual sea su nombre, por:
- adscripción por juramento
- los miembros deben cumplir con todo lo que les mandan los superiores
Los objetivos de la masonería están expuestos en algunas encíclicas, no en libros de autores conspiranoicos. Hay mucha información (y contrainformación) en internet sobre el tema. En esta web hay un artículo que la explica. Aunque dicha web pertenece a la secta conciliar (en manos actualmente de la masonería), ofrece informaciones correctas.
Todas las grandes empresas están controladas por unos pocos fondos de inversión de dueños que nadie conoce. Para verlo basta con entrar en la bolsa de Nueva York y solicitar información de quienes son los mayores accionistas de cada empresa. Puede verse por ejemplo, aquí: finance.yahoo.com/quote/IBM/holders?p=IBM los datos de la empresa IBM. Los fondos que aparecen al solicitar los datos de las grandes empresas son siempre: Blackrock, State Street, Vanguard. Los dueños de esos fondos son los dueños de todas las grandes empresas. Casi nada.
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